ENTONCES, EL DOCENTE
Un día,
clausuraron las ventanas,
cerraron las puertas,
apagaron las luces,
guardaron los libros,
silenciaron los timbres
y el recreo murió
en un mutismo absoluto.
Entonces, el docente
/el maestro
/el profesor,
pintó de negro la pared de su casa
y la convirtió en pizarra,
puso una luz
para iluminar el saber,
aprendió a usar las redes sociales
y encendió la cámara,
se convirtió en youtuber
mientras cocinaba,
bañaba a sus hijos
o arreglaba algún desperfecto de la casa.
Un día,
la ausencia se adueñó de las calles
y la vida obligó a mirar hacia adentro.
Entonces, el docente
/el maestro
/el profesor,
dibujó una sonrisa
en la tristeza de su rostro
y con un “¡hola, chicos!!”
entró en las casas de sus alumnos
enseñándoles que no están solos,
que se puede aprender,
que la distancia no es motivo
para quedarse en el tiempo.
Un día,
los gobiernos decidieron
que los docentes
/maestros
/profesores
debían enseñar desde sus casas.
Entonces, los docentes,
lo hicieron:
siguieron enseñando.
Nélida Miriam Robledo – D.R. – Septiembre 2020
Feliz día del profesor!!!!